El comité de expertos del proyecto Life Biorgest ha presentado sus propuestas para fomentar la gestión forestal y la conservación de la biodiversidad, con mecanismos de incentivación en la propiedad forestal para favorecer la integración de medidas enfocadas a la mejora de la biodiversidad en la gestión forestal.

Entre las propuestas, que quieren ser referencia a nivel estatal en este ámbito, destaca la creación de un mercado voluntario de créditos climáticos en Catalunya, que incluye parámetros de biodiversidad, carbono y agua, y de un registro de fincas con iniciativas de conservación de la biodiversidad y el patrimonio natural. Por lo que respecta al mercado de créditos climáticos, éste promoverá las inversiones de empresas privadas, en el marco de su responsabilidad social corporativa. Unas aportaciones que supondrán una diversificación de ingresos a los silvicultores que gestionan los bosques, poniendo en valor los beneficios que esta gestión aporta a la sociedad; a su vez, el sello de crédito climático facilitará a las empresas una fórmula rigurosa para visibilizar sus aportaciones a la mejora de la biodiversidad.

Por su parte, el nuevo registro de fincas debería ser la base para reconocer los compromisos de conservación del patrimonio natural y la biodiversidad adquiridos por las personas y entidades que formalizan iniciativas de conservación a efectos de que éstas puedan optar a medidas de fomento que promueva la Generalitat de Catalunya, tales como subvenciones, ayudas o beneficios fiscales, entre otros, en los términos que establezca en cada caso la normativa aplicable.

El comité de expertos del Life Biorgest aglutina a especialistas de diferentes regiones del arco mediterráneo, y, en este caso, se ha reunido para debatir los criterios técnicos que los nuevos mecanismos de incentivación deberían incorporar para incrementar su sostenibilidad ambiental y económica.

En su último encuentro también se ha debatido la propuesta de impulsar la creación de una nueva línea específica de ayudas económicas para integrar, de forma voluntaria, la mejora de la biodiversidad en la gestión forestal sostenible y la creación de reservas forestales para preservar bosques maduros. Y aparte, se ha puesto sobre la mesa la necesidad de asegurar la compensación a la propiedad en los espacios donde la aplicación de prácticas selvícolas enfocadas a la mejora de la biodiversidad pueda ser obligatoria, por ejemplo en espacios incluidos en la Red Naturaleza 2000.

Las conclusiones de este grupo de trabajo serán importantes para determinar los criterios que se aplicarán a cada uno de estos mecanismos de incentivación, así como su regulación y compromisos que asumen todas las partes implicadas en su proceso de implantación .