Transcurridos casi 3 años desde que se implementaron los modelos de gestión forestal en los 28 rodales demostrativos del proyecto, se han realizado nuevas mediciones sobre el arbolado y sotobosque para evaluar los efectos de los tratamientos en la estructura forestal y dinámica de la vegetación a medio plazo. Estas mediciones corresponden a la última campaña de inventarios antes de la finalización del proyecto, las cuales se procesarán y analizarán durante los próximos meses, junto con los resultados de los muestreos de fauna y flora realizados entre mayo y noviembre de este pasado año.

El conjunto de datos tomados permite completar el seguimiento de los indicadores directos (briófitos, plantas de interés especial, hongos, coleópteros saproxílicos, aves y murciélagos) e indirectos de biodiversidad seleccionados en el proyecto, y de las funciones ecosistémicas, tanto en las zonas actuadas como en las parcelas control donde no se ha realizado ningún tratamiento silvícola.

Seguimiento de los indicadores directos de biodiversidad

En mayo del año pasado se realizó el inventario de flora amenazada o de especial interés y el censo de aves mediante estaciones de escucha que consiste en contabilizar, durante 20 minutos, las especies de aves vistas o escuchadas dentro de un radio de 50 metros.

Entre los meses de mayo y junio se llevó a cabo el muestreo de escolítidos (plagas) para cuantificar, a partir de trampas pasivas de intercepción del vuelo instaladas en cuatro rodales de pino carrasco, cuáles son las especies presentes que potencialmente pueden convertirse en plaga. Con la obtención de las muestras se podrá comparar los diferentes rodales en relación con la cantidad y diversidad de madera muerta acumulada, tanto la de árboles en pie como los que yacen en el suelo, valorando los beneficios que ésta puede generar.

Este muestreo fue acompañado de una evaluación visual de la colonización de escolítidos en árboles vivos para evaluar el riesgo de promover plagas de escolítidos, como consecuencia de haber generado madera muerta en coníferas.

Una vez realizados estos muestreos se hizo el segundo censo de murciélagos, a través de estaciones automáticas con detectores de ultrasonidos, durante siete noches consecutivas.

Para el seguimiento a largo plazo de poblaciones de murciélagos, a principios de 2021 se instalaron grupos de cajas refugio en una selección de rodales, diseñadas especialmente para los quirópteros que utilizan agujeros de árbol como refugio para la cría, emparejamiento o hibernación. El objetivo de la acción es doble: por un lado, poder realizar el seguimiento con revisiones periódicas de su empleo, y por otro potenciar este grupo de mamíferos, aliados de silvicultores y agricultores, al alimentarse de insectos que pueden convertirse en plaga tanto en bosques como en cultivos. Todas las especies de murciélagos están protegidas y algunas de ellas son escasas, raras o amenazadas, y tienen por costumbre cambiar de refugio muy a menudo, por lo que las nuevas cajas pueden ofrecerles nuevas alternancias.

La revisión de estas cajas se realizó en septiembre, para dejar tiempo a esta especie para localizarlas y acostumbrarse a su uso.

Los responsables del proyecto Life Biorgest confían en que a medio plazo puede haber una ocupación, por parte de aves y murciélagos, de árboles que hayan formado nuevas cavidades, como consecuencia de haberlos favorecido con la gestión.

Finalmente, entre noviembre y diciembre de 2022, se hizo el seguimiento de las comunidades de briófitos y hongos a partir del muestreo realizado en las parcelas permanentes instaladas en cada rodal.

Procesado de los datos e interpretación de los resultados

Con todos los datos obtenidos durante esta campaña de muestreo, y con los datos de campañas anteriores (justo antes y después de las actuaciones silvícolas) se trabajará en la síntesis e interpretación de los resultados, relacionando la riqueza y abundancia de especies con las variables de estructura y composición de la vegetación y con las variables ambientales de cada rodal, de modo que se pueda evaluar, según cada tipo de hábitat, el efecto de la gestión sobre los indicadores de biodiversidad y sobre determinados servicios ecosistémicos.