El proyecto Life Biorgest sigue avanzando fases en su propósito de mejora de la biodiversidad de los bosques mediterráneos, mediante la integración de prácticas innovadoras en la gestión forestal sostenible, buscando compatibilizar el aprovechamiento económico del bosque y la conservación de la biodiversidad.
Transcurridos casi dos años y medio desde que se implementaron diferentes modelos de gestión forestal en los 28 rodales demostrativos del proyecto, durante los meses de verano se ha realizado el seguimiento de diferentes indicadores directos de biodiversidad (organismos bioindicadores) seleccionados en el proyecto (briófitos, plantas de interés especial, hongos, coleópteros saproxílicos que se alimentan de madera muerta, aves y murciélagos), tanto en las zonas actuadas como en las parcelas control donde no se ha realizado ningún tratamiento silvícola.
En mayo, máximo período de crecimiento vegetativo y floración de la mayoría de las especies, se realizó el inventario de flora amenazada o de especial interés. También se realizó el censo de aves mediante estaciones de escucha, método habitual en medios forestales que consiste en contabilizar, durante 20 minutos, las especies de aves vistas o escuchadas dentro de un radio de 50 metros.
Entre los meses de mayo y junio se llevó a cabo el muestreo de escolítidos (plagas) para cuantificar, a partir de trampas pasivas de intercepción del vuelo instaladas en cuatro rodales de pino carrasco, cuáles son las especies presentes que potencialmente pueden convertirse en plaga. Con la obtención de las muestras se podrá comparar los diferentes rodales en relación con la cantidad y diversidad de madera muerta acumulada, tanto la de árboles en pie como los que yacen en el suelo, valorando los beneficios que ésta puede generar.
Este muestreo va acompañado de una evaluación visual de la colonización de escolítidos en árboles vivos para evaluar el riesgo de promover plagas de escolítidos, como consecuencia de haber generado madera muerta en coníferas.
Seguimiento de la población de murciélagos
Una vez realizados estos muestreos se hizo el segundo censo de murciélagos, a través de estaciones automáticas con detectores de ultrasonidos, durante siete noches consecutivas.
Por el seguimiento a largo plazo de poblaciones de murciélagos, a principios de 2021 se instalaron grupos de cajas refugio en una selección de rodales, diseñadas especialmente para los quirópteros que utilizan agujeros de árbol como refugio para la cría, emparejamiento o hibernación. El objetivo de la acción es doble: por un lado, poder realizar el seguimiento con revisiones periódicas de su empleo, y por otro potenciar este grupo de mamíferos, aliados de silvicultores y agricultores, al alimentarse de insectos que pueden convertirse en plaga tanto en bosques como en cultivos. Todas las especies de murciélagos están protegidas y algunas de ellas son escasas, raras o amenazadas, y tienen por costumbre cambiar de refugio muy a menudo, por lo que las nuevas cajas pueden ofrecerles nuevas alternancias.
La revisión de estas cajas no se ha realizado hasta septiembre, para dejar tiempo a esta especie para localizarlas y acostumbrarse a su uso.
Los responsables del proyecto Life Biorgest confían en que a medio plazo puede haber una ocupación, por parte de aves y murciélagos, de árboles que hayan formado nuevas cavidades, como consecuencia de haberlos favorecido con la gestión.
Con todos los datos obtenidos durante esta campaña de muestreo, y con los datos de campañas anteriores (justo antes y después de las actuaciones silvícolas) se trabajará en la síntesis e interpretación de los resultados, relacionando la riqueza y abundancia de especies con las variables de estructura y composición de la vegetación y con las variables ambientales de cada rodal.
Foto: Jordi Bas