Las intervenciones se han hecho en bosques especialmente seleccionados de 10 comarcas catalanas y en Occitania, y a lo largo de los próximos meses se estudiará su evolución
Este mes se están finalizando los trabajos silvícolas en 22 rodales demostrativos del proyecto Life Biorgest, unas intervenciones repartidas en zonas boscosas de 10 comarcas catalanas y 4 áreas de Occitania. Las fincas demostrativas se encuentran en la Selva, Barcelonès, Garrotxa, Vallès Oriental, Vallès Occidental, Baix Empordà, Maresme, Bages, Baix Llobregat, Osona, además de las zonas de la región de Occitania.
En la fase inicial del proyecto, en estos rodales se llevó a cabo un diagnóstico y a lo largo de los últimos meses se han ejecutado diferentes trabajos forestales, que integran medidas de mejora de la biodiversidad. Algunas actuaciones son la eliminación de especies exóticas, el incremento de la cantidad de madera muerta de gran tamaño, respetar una parte de los árboles más grandes o favorecer la regeneración abriendo claros en bosques más maduros, entre otros.
Además, el proyecto cuenta con 6 otros rodales que se han dejado evolucionar a dinámica natural, en los que no se ha realizado ninguna actuación silvícola, sirviendo así como rodales de referencia. Los 28 rodales demostrativos son representativos de los bosques mediterráneos, como los pinares de pino blanco, los encinares y robledales, y se encuentran en hábitats forestales de interés comunitario, incluidos en Red Natura 2000 de Catalunya y Occitania
El desarrollo de estas prácticas, junto con otras medidas innovadoras en la planificación y gestión forestal actual, debe servir para integrar la mejora de la biodiversidad. Y esta, tal como persigue el proyecto Life Biorgest, debe ser compatible con la sostenibilidad económica de la gestión forestal, para garantizar la persistencia de estas masas boscosas y su adaptación al cambio climático.
Otro objetivo del proyecto es sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de mejorar la biodiversidad con una gestión forestal sostenible que evite el abandono rural y permita mejorar la vitalidad de los bosques, para que constituyan un ecosistema rico y resistente frente a condiciones climáticas adversas.
Cinco años de proyecto, pero con una mirada a largo plazo
De estas actuaciones forestales que ahora terminan se generarán una serie de indicadores socioeconómicos y de conservación de la biodiversidad para evaluar su éxito. Una de las herramientas con las que se cuenta para hacer el seguimiento es una nueva versión del Índice de Biodiversidad Potencial (IBP), que se está desarrollando en el marco del proyecto adaptándola al contexto mediterráneo, un instrumento de apoyo a la planificación y la gestión forestal.
La fase final del proyecto de mejora de la biodiversidad en los bosques mediterráneos contempla la integración de las técnicas y medidas desarrolladas en las políticas y normativas específicas que rigen la gestión de los bosques mediterráneos, así como la transferencia a los propietarios, gestores, empresas y administración forestal para promover su adopción y garantizar su continuidad.
El Life Biorgest, que tiene una duración de cinco años, está coordinado por el Consorci Forestal de Catalunya y participan como socios el Centre de la Propietat Forestal (CPF), el CREAF, el Centre de Ciència i Tecnologia Forestal de Catalunya (CTFC), la Xarxa per a la Conservació de la Natura (XCN) y el Centre National de la Propriété Forestière (CRPF), en Francia. De este modo, el proyecto que cuenta con el apoyo financiero del programa LIFE de la Unión Europea, la Generalitat de Catalunya, la Diputación de Girona y los propios socios, integra un equipo pluridisciplinar de propietarios forestales, administración, científicos y expertos del mundo de la conservación y gestión forestal del bosque.
Este carácter transversal, que debe facilitar el entendimiento entre el mundo de la conservación y el de la gestión del bosque, hace del proyecto Life Biorgest un referente en el área mediterránea. Y aunque el proyecto se desarrolla en Catalunya y Francia, su experiencia demostrativa será replicable al conjunto del arco mediterráneo, donde hasta ahora hay muy pocas experiencias en este campo.